Cuando los profesores de piano quieren transmitir a sus alumnos los secretos de los movimientos de las manos con los que los virtuosos extraen maravillas sonoras del teclado, se encuentran con que carecen de los saberes que provee la ciencia del movimiento, lo que hoy en día es casi el abecé de las enseñanzas de otras disciplinas, como las procuran el rendimiento en los deportistas. La ciencia musical ha indagado desde hace milenios en las complejidad de la física del sonido y la matemática de la estructura musical, que ha llevado a compositores y fabricantes de instrumentos a monumentales edificios de obras de arte, apoyados en normas y nomenclatura unificadas y compartidas.Eso hace notable el contraste con la ausencia de una disciplina que describa la anatomía y la fisiología de huesos, articulaciones, músculos y tendones ocultos apenas bajo la piel de las manos, el antebrazo, el brazo y el hombro , que son lo que ponen en juego los ejecutantes en general y los pianistas en particular.Los naturalmente dotados para el piano, casi todos desde su niñez, poseen en forma innata los cocimientos kinesiocorporales necesarios para la ejecución de piano, al igual que los dotados en otras disciplinas por obra y gracia de procesos que la ciencia aun no hay sabido dilucidar.La enseñanza de piano, a falta de explicaciones anatómicas y fisiológicas de ese fenómeno natural se basa en la imitación de los dotados apelándose a las hoy denominadas neuronas espejo. Pero la transmisión de conocimientos científicos sobre la kinesiología del miembro superior discurre por explicaciones intuitivas y muchas veces erróneas.El trabajo de J. Vázquez Rais, en su calidad de médico, pianista, especialista en deportología y deportista es un intento de explicar, en forma somera y práctica, lo que las ciencias implicadas proveen para que maestros y alumnos dispongan de conocimientos y nomenclatura, que aporten racionalidad a métodos que solo suelen nutrirse de la imitación, superando el insuficiente “haga así”, que el mismo autor ha sufrido en sus propia experiencia de aprendizaje pianístico.Este texto no es un método fácil para aprender a tocar el piano. Es una herramienta para que profesores y alumnos avanzados descubran la complejidad y belleza del funcionamiento de huesos y músculos para hacer mas eficientes sus propios movimientos y evitarles muchos dolores de cabeza a los principiantes.Pero debe aclararse que la técnica correcta de uso del cuerpo no es solo cuestión de eficiencia operativa, lo es también de evitación de daño de elementos anatómicos, que mal usados durante años, deterioran la salud psicofísica de los ejecutantes. Los enfoques conceptuales aquí transmitidos pueden ser útiles para todos los músicos. Los aspectos técnicos son para pianistas, pero pueden ser puerta de entrada para su adaptación a otros instrumentos.